Cultos a Santa Clara en el antiguo monasterio del Santo Ángel, actual Banco de España, en Gran Vía
Pero los cambios de sede se verían continuados un siglo después cuando en 1932 la Comunidad de clarisas del Santo Ángel se vio obligada, por presiones de tipo político y económico, a abandonar la sede que diseñara y ejecutara el inmortal Alonso Cano, la cual se encontraba en la Gran Vía de Colón, exactamente en el lugar que ocupa en la actualidad el Banco de España, viéndose obligadas, Comunidad de Religiosas y Hermandad, a marchar temporalmente al Convento de la Encarnación, mientras que el edificio que adquirió la Comunidad, que había sido anterior sede del Bando de España, era adecuadamente acondicionado, lo que no se verificó hasta el año 1941. La Hermandad, por su parte, continuó radicando en el mencionado Convento de la Encarnación hasta el año 1945, fecha en la que se inauguró el nuevo templo, titulado en su bendición por parte del Arzobispo de Granada como Iglesia del Cristo de San Agustín.

 

Durante el siglo XX la Hermandad ha pasado por diversas situaciones. Hacia 1916 la Cruz de plata de ley cincelada sobre la que se sustenta el Crucifijo se ve dañada en su base, al serle robadas varias planchas; la restauró el artista platero Tomás Agrela, terminándola en 1919, invirtiendo en la obra sesenta onzas y media de plata de ley, cobrando por la mano de obra seiscientas sesenta pesetas, todo ello recaudado por donativos de los hermanos de la Cofradía.

 

En la Semana Santa de 1929 la Real Cofradía y Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y descendimiento del Señor, que fuera fundada el 17 de marzo de 1925 en el Monasterio de Madres Jerónimas de Santa Paula, sacó en su procesión del Viernes Santo la Imagen del Santo Crucifijo de San Agustín, siendo éste el primer paso de la Cofradía, portándose la imagen sobre andas e inclinado, seguido del Señor de la Sábana (Descendimiento) y de Nuestra Señora de la Soledad. Pero no sería hasta 1953 cuando volvería a salir el Cristo por las calles de Granada.

 

En el referido año, mediante las gestiones de un grupo de devotos, se realiza la salida en Estación de Penitencia de la Imagen del Santísimo Cristo, durante la Semana Santa, previa solicitud de ingreso a la Real Federación de Hermandades y Cofradías, no volviendo a realizarla en años posteriores, aunque se conocen algunos intentos. Lógicamente la preservación de esta devoción se encaminaba ya hacia el ámbito de las hermandades penitenciales, que fueron precisamente las que gozaron de mayor auge en la segunda mitad del pasado siglo.