Los ángeles de tipo ceroferario son los portadores de cirios que alumbran a la divinidad. Su presencia junto al Cristo de San Agustín queda recogida en grabados desde el siglo XVII. Se recupera así una imagen antigua, aunque parcialmente, ya que los querubines arrodillados que vemos en los grabados contemplando al Señor se reemplazan por dos arcángeles con las alas desplegadas, uno de ellos llamando directamente la atención al espectador y el otro con la vista ligeramente alzada al cielo consternado por el destino de Jesús en la cruz.

Las imagenes fueron talladas por Encarnación Hurtado Molina en madera de cedro, con policromía al óleo. El dorado ha sido aplicado en oro blanco por expreso deseo de la referida corporación de penitencia. Su presentación se ha retrasado considerablemente debido a los acontecimientos derivados de la crisis sanitaria. Los faroles de orfebrería que llevan pertenecen al taller sevillano de los Hermanos Delgado.

Reportaje fotografico de Encarnacion Hurtado