Tras el descanso estival, el pasado fin de semana la Hermandad retomaba su actividad habitual, comenzando el curso con los actos celebrados en honor a Nuestra Madre y Señora de la Consolación, con motivo de su Festividad Litúrgica, el pasado 4 de septiembre.
Para ello, el equipo de Priostía realizó un altar efímero en torno al Sagrario consistente en dos juegos de cera en forma piramidal con los faroles del paso de palio como motivo principal de cada uno de los juegos.
Ntra. Madre y Sra. de la Consolación se dispuso bajo las escaleras del presbítero ataviada por nuestro hermano Francisco Garví Fernández, estrenando manto en terciopelo de algodón granate y saya azul noche en terciopelo de seda, ambos con elementos bordados en oro y tocado clásico de encaje de Brujas, con la corona de bendición en plata de ley, portando en sus manos el tradicional barquito en plata de ley sobredorada con perlas y corales, junto al báculo de Abadesa del Convento, realizado en plata de ley sobredorada.
En torno a Ntra. Madre se recreó un ambiente con elementos palaciegos en clara alusión a la Realeza de María.
La Comunidad de Clarisas Franciscanas del Santo Ángel Custodio, unidas en oración ante Nuestra Madre y Señora compartieron junto a todos los hermanos la alegría de celebrar la festividad litúrgica de la Virgen de Consolación.
De esta manera ha comenzado el curso, convocados por la Santísima Virgen alrededor del Altar, a las plantas de su Divino Hijo para celebrar la Eucaristía en Hermandad, como haremos cada domingo del curso, a las 12:30 horas en la Capilla del Stmo. Cristo de San Agustín.