En el tercer día de Quinario, durante la Exposición de su Divina Majestad en la Custodia, hemos compartido una oración de Adoración Eucarística, previa al ejercicio del Quinario.
En este tercer día de Quinario, también nos ha acompañado nuestro Director Espiritual, el P. Francisco J. Tejerizo Linares CSsR, y el Sacerdote Diocesano D. David Salcedo Sola, Párroco de Órgiva, que han concelebrado con D. Pablo Olivieri.
El Evangelio del día, nos ha llevado de nuevo a meditar una parábola, gracias a la homilía, para seguir profundizando en los llamados de Dios que desgranaba en el segundo día.
En este día, el pobre Lázaro, el rico y el Padre Abraham nos han llevado a detenernos en la idolatría, al no reconocer a Dios como único Salvador. La confianza en las riquezas son el motivo de la dureza del corazón que impide reconocer en Lázaro a nuestro hermano. De nuevo el pecado contra la indiferencia ante el sufrimiento de nuestros hermanos.
A raíz de la enseñanza de esta parábola, el Sacerdote nos ha llevado a preguntarnos si hacemos todo el bien que podemos, a examinar nuestras acciones. Hoy Jesús nos lleva a tomar una decisión urgente: aprovechar el tiempo que nos da, para superar todo aquello que nos separa.
D. Pablo ha subrayado este mensaje, incidiendo en el fuerte llamado a leer, escuchar y vivir la Palabra, y atender a todos los Lázaros que encontramos de puertas hacia fuera.